18 octubre 2015

Cuarta página: Me emociono y siento.


¿Por qué es tan importante conocer, comprender y manejar nuestras emociones? 


La respuesta es muy sencilla: porque nos influyen y en muchas ocasiones nos gobiernan. El mundo interno de los afectos es tan poderoso que seguro os resultará fácil rememorar alguna experiencia personal donde podáis haberos sentido arrollados por vuestros sentimientos o con dificultad para poder gestionarlos constructivamente.
Debéis  saber que la autorregulación emocional, que comienza sobre los 4 años de edad, es una de las tareas evolutivas más complejas a las que todos nos enfrentamos durante nuestro desarrollo madurativo, con mayor o menor éxito.

«A grandes rasgos, la inteligencia emocional es la habilidad para tomar conciencia de las emociones propias y ajenas, y la capacidad para regularlas.» 



A la pregunta “¿Cómo estás?” podríamos responder con emociones puras como: triste, alegre, rabioso, tranquilo, ansioso, irritado, relajado… Estos nombres sí que señalan verdaderamente cómo estamos, pero bajo las palabras “bien”, “mal” o “regular” en realidad estamos escondiendo las auténticas emociones. Contestamos “bien” o “mal” como manera de disimular, eludir o economizar lo que sería la conexión con lo que verdaderamente sentimos.




Las emociones y los sentimientos a menudo son confundidos por muchas personas, debido a que estos conceptos comparten ciertas similitudes; incluso en algunos casos se usan estas palabras de manera indistinta para referirse a lo mismo. Por ejemplo, una persona podría decir que tiene un sentimiento de felicidad; pero al mismo tiempo referirse a la felicidad como una emoción.
A fin de aclarar algunas dudas, a continuación explicaremos la diferencia entre sentimiento y emoción.

EMOCIONES

Es un término genérico para referirse a la adaptación por parte de los individuos, a estímulos provocados por personas, animales, cosas…
La emoción está asociada con el temperamento, la personalidad y  la motivación de las personas. 
Generalmente, se considera que las emociones son de menor duración que los sentimientos y se cree que son las que impulsan y motivan a que las personas actúen. Son más intensas que los sentimientos, pero duran menos que éstos.
Cuando las emociones son constantemente reprimidas, pueden dar lugar a una crisis emocional.




SENTIMIENTOS

Los sentimientos son el resultado de las emociones. La palabra sentimiento viene del verbo “sentir” y se refiere a un estado de ánimo afectivo, por lo general de larga duración, que se presenta en el sujeto como producto de las emociones que le hace experimentar algo o alguien.
El desarrollo de la empatía es lo que permite a las personas poder entender los sentimientos de los demás. Los sentimientos pueden ser de corto o largo plazo, pero generalmente suelen mantenerse durante largos períodos de tiempo. Por ejemplo, los sentimientos de amor en algunos casos suelen durar mucho tiempo. 


Diferencias clave entre sentimiento y emoción
    • Los sentimientos son más duraderos que las emociones, pero las emociones son más intensas que los sentimientos.
    • Los sentimientos son el resultado de las emociones.
    • Las emociones son reacciones psicofisiológicas ante diversos estímulos, mientras que los sentimientos son evaluaciones conscientes de nuestras emociones.






    Reflexiones: 

    Escoge una de las emociones básicas y explica cuándo fue la última vez que la sentiste y qué estaba ocurriendo.

    ¿Por qué crees que es importante identificar y gestionar las emociones?

    ¿A ti, personalmente, en qué te ayudaría saber identificarlas y gestionarlas?

    Test



    1. 1. Cuando me siento triste, deprimido, o simplemente estoy de bajón… 
      1. Me aíslo en mi casa.
      2. Salgo a la calle, intento distraerme.
      3. Aunque intento distraerme, muchas veces me acaba invadiendo la pena.
    2. 2. Cuando no me encuentro bien a nivel emocional… 
      1. No soy capaz ni de decir cómo me siento (triste, nervioso).
      2. Comprendo el por qué de mi malestar.
      3. Sé lo que me pasa (estoy triste, ansioso, etcétera), pero no entiendo el por qué.
    3. 3. Entiendo a mis emociones como…
      1. Mis “enemigas”, ya que sólo me causan problemas.
      2. Mis “conocidas”, pues dependiendo de la ocasión me ayudan o no.
      3. Mis “aliadas”, pues las aprovecho para actuar conforme a las circunstancias.
    4. 4. Cuando le doy demasiadas “vueltas a la cabeza”…
      1. Intento buscar soluciones sin éxito.
      2. Sigo dándolas, no puedo dejar de hacerlo.
      3. Intento encontrar la solución a aquello que me preocupa.
    5. 5. ¿Qué frase te define más?
      1. No puedo evitar sentir miedo, pero sí puedo controlarlo.
      2. No puedo evitar sentir miedo y no hay manera de controlarlo.
      3. No puedo evitar sentir miedo, aunque en algunas ocasiones puedo controlarlo.
    6. 6. Sé cuando estoy ansioso porque…
      1. Me siento activado físicamente, tengo pensamientos negativos y mi comportamiento es diferente (evito situaciones, tengo movimientos repetitivos, etcétera).
      2. Me siento activado físicamente y tengo pensamientos negativos.
      3. Me siento activado físicamente.
    7. 7. ¿Con qué frecuencia aparecen los “y si…” en tu vida?
      1. Constantemente, habiéndome incluso impedido realizar lo que realmente deseaba por lo que pudiera ocurrir.
      2. Son frecuentes.
      3. Pocas veces.
    8. 8. Cuando siento ira…
      1. Intento controlarla.
      2. Intento controlarla, pero digo o hago cosas de las que al final me arrepiento.
      3. Soy muy destructivo.
    9. 9. En lo que respecta a mis amigos…
      1. Gradúo mi nivel de implicación: doy dependiendo de lo que recibo.
      2. Me implico mucho desde el principio, por lo que a veces me llevo decepciones.
      3. Una persona puede pasar fácilmente a convertirse de mi amigo a mi enemigo en cuestión de días.
    10. 10. ¿De quién depende lo que sientes? 
      1. De mí.
      2. De cualquiera.
      3. De mí y de otros.
    11. 11. Si alguna vez las cosas fueron mal…
      1. Seguirá ocurriendo lo mismo cuando me enfrente a una situación similar.
      2. No tiene por qué irme mal a la siguiente vez; cada situación es distinta.
      3. Intento no volver a enfrentarme a esa situación siempre que pueda evitarlo.
    12. 12. Cuando el enfado me supera…
      1. Intento analizar la situación y buscar soluciones alternativas a mi ira
      2. Me enfado más cada vez que pienso que “me han” enfadado.
      3. Intento controlarlo, aunque muchas veces no lo consigo.


    1. Suma todas las puntuaciones obtenidas en el test anterior y consulta la interpretación asociada a tu resultado para comprobar si sabes controlar tus emociones o si necesitas mejorar este aspecto de tu personalidad:
      1. a= 0  b=2  c=1
      2. a= 2  b=0  c=1
      3. a= 0  b=1  c=2
      4. a= 0  b=2  c=1
      5. a= 0  b=2  c=1
      6. a= 0  b=1  c=2
      1. a= 2  b=1  c=0
      2. a= 0  b=1  c=2
      3. a= 1  b=0  c=2
      4. a= 2  b=1  c=0
      5. a= 0  b=2  c=1
      6. a= 2  b=0  c=1




    0-8 puntos - Ausencia de control emocional

    Eres víctima de tus emociones. No saber gestionar algo tan presente en tu vida como las emociones puede acarrearte importantes problemas en diferentes áreas. Las personas como tú son auténticos diamantes en bruto; si las aprendes a controlar puedes sacar mucho partido de tus emociones.

    8-16 puntos - Control emocional, pero sólo en algunas ocasiones

    Cuando las cosas se ponen difíciles tiendes a perder el control de tus emociones. Piensa qué método empleas para controlar las emociones cuando sí lo consigues, para poder ponerlo en marcha en aquellas situaciones en las que te resulta más costoso lograrlo.

    16-24 puntos - Control total de tus emociones

    Sabes controlar muy bien tus emociones, por lo que, aunque no lo creas, juegas con ventaja en muchas áreas de tu vida. Si estás muy cerca de la puntuación extrema de este intervalo, valora el hecho de poder estar enmascarando una represión emocional, entre otros problemas. No pasa nada por descontrolarse en alguna ocasión inofensiva.



    ¿Te ha sorprendido el resultado? ¿Por qué?

    Uno de mis cuentos preferidos.




    04 octubre 2015

    Tercera página: Una identidad ¿Inteligencia o inteligencias?

    Una identidad... 

    Todos nosotros, a lo largo de nuestra vida, nos construimos como personas a medida que desarrollamos nuestras capacidades y cualidades de forma armónica y complementaria. Así, día a día, año tras año, moldeamos nuestra personalidad y avanzamos hacia nuestro ideal de persona que libremente hemos escogido.


    ¿Inteligencia o inteligencias?




    Howard Gardner define la inteligencia como 

    LA CAPACIDAD DE RESOLVER PROBLEMAS
     O  
    ELABORAR PRODUCTOS QUE SEAN VALIOSOS EN UNA O MAS CULTURAS.



    La importancia de la definición de Gardner es doble:
    • Primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que todos sabíamos intuitivamente, y es que la brillantez académica no lo es todo. A la hora de desenvolvernos en esta vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos y, por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero si distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más inteligente que Michel Jordan, pero sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.




    • Segundo y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil. Al definir la inteligencia como una capacidad Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético. Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc. Ningún deportista de elite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente.



    Howard Gardner añade que igual que hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la universidad de Harvard han identificado ocho tipos distintos: 

    Teoría de las inteligencias múltiples2 from jdavid

    Test online

    http://www.conocimientosweb.net/portal/quizz.php?file=quizz/general4.htm
    http://www.revistaorientacion.com/index.php?option=com_wrapper&view=wrapper&Itemid=11



    REFLEXIÓN:

    Valora de 1 a 5 todas las inteligencias(1 nada conseguida-5 totalmente conseguida)















    Reflexión final:


    Después de realizar el test. 

    1. ¿En cuantas puntuaciones has acertado?.

    2. ¿Te has llevado alguna sorpresa? ¿Por qué?

    3. ¿Cuál sería la inteligencia que quieres conseguir mejorar? ¿Por qué?

    4. ¿Qué opinión tienes sobre la Teoría de las Inteligencias Múltiples?

    5. Explica si te  ha servido de algo personalmente.